
Antonio Gramsci, dedicó un buen periodo de su tiempo al estudio de la ideología, derivando en conceptos como el Bloque Histórico y La Batalla Cultural por el Sentido Común. El Bloque Histórico fue definido en su nivel de superestructura ideológica y expresión de la Alianza de Clases Dominantes en el ejercicio del Poder y el subsiguiente período de transición que deviene en lucha contra la Ideología de la Clases Desplazadas por parte de las Clases Subalternas. En esa lucha identificó el papel que juega la Educación, la Iglesia y los Medios de Comunicación como mecanismo primarios de divulgación y reforzadores de la Ideología. También distinguió dos conceptos y mecanismos de esa batalla como el Folklore expresados en cuentos, novelas, música, etc y el Sentido Común. Estos dos últimos conceptos, descuidados en esa batalla, juegan un papel fundamental. En buena medida, toda lucha política es una lucha por el monopolio, administración y regulación del Sentido Común. Es el espacio, el orden lógico, las estructuras simbólicas de los preceptos morales e instrumentales que tienen las personas en la Vida Cotidiana, todo lo que hacen las personas sin necesidad de reflexionar, lo que les permite a las personas ubicarse en el mundo y actuar en consecuencia de ese mundo. Por tal motivo, la estructura del Sentido Común en el orden y las tolerancias morales de las cosas es más sólida, más sedimentada y más compleja. Toca la educación, los habitos y costumbres, en otras palabras, el concepto de Marx de Clases Sociales en su expresión ideológica como educación, habitos y costumbres no son modificados del rodo en los momentos de Revolución, muchos elementos quedan intactos y en situaciones donde no hay unidad en torno al horizonte predictivo de los cambios sociales, las Clases Subalternas en su practica de la Vida Cotidiana experimentan la rearticulación del viejo Sentido Común. Esto fue lo que describió Simón Bolívar, 100 años antes que Gramsci, cuando afirmó en Angostura que: » Las reliquias de la dominación Española permanecerán largo tiempo antes que lleguemos a anonadarlas: el contagio del despotismo ha impregnado nuestra atmósfera, y ni el fuego de la guerra, ni el específico de nuestras saludables Leyes han purificado el aire que respiramos» y » «Nuestras manos ya están libres y todavía nuestros corazones padecen de las dolencias de la servidumbre». Imagínense la profundidad del viejo Sentido Común que el Libertador dice que ha impregnado nuestra atmósfera y todavía nuestros corazones padecen las dolencias de la servidumbre. El Sentido Común como lo describe Alvaro García Linera son capas ideológicas sedimentadas que como un sello marcan la piel de las Clases Sociales y en particular de cada persona, es la marca de los Siglos en la piel. Por eso con las palabras de Simón Bolívar en Angostura la Batalla Cultural y ahora más que nunca en los nuevos espacios de las Comunas y del ejercicio del Poder debe ser redoblada.
