Don David Herrera Rodríguez | El Genio y Figura de una Ferretería que Nunca Cerraba⁣⁣

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En el corazón de Acarigua, en la esquina donde la Avenida Alianza besa a la calle 25, se erige no solo un negocio, sino una leyenda viviente de la tenacidad y el carácter: la Ferretería David Herrera Rodríguez. Fundada un 24 de junio de 1935, esta casa de comercio ha sido testigo y protagonista de la historia local, atendida por décadas con mano férrea y camisa impecable por su propietario, el ya legendario Don David.⁣⁣
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Don David no era un comerciante cualquiera. Cronista ad-honorem de Ospino, hombre de vasta lectura y un estudioso acérrimo del General José Antonio Páez, llevaba el título de «erudito» con la misma naturalidad con la que usaba su característico lazo, jamás una corbata. Su ferretería era su reino, y él, un monarca de horarios extendidos que desafiaba domingos y feriados. «¡Anda a donde David Herrera, que de seguro él tiene lo que buscas!», era el consejo de rigor para cualquier apuro un día de asueto, cuando la Cervecería La Sin Nombre cerraba sus puertas y el pueblo parecía dormir.⁣⁣⁣⁣

Un Trato… Inolvidable⁣⁣

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Atender en su «horario especial» era una experiencia que sus clientes, entre risas y resignación, recuerdan con cariño. Don David elevó la venta al menudeo a un arte de la franqueza, a veces áspera, siempre memorable. Fijaba sus reglas con carteles claros: «No se fía, no se rebaja, no se devuelve». Si un cliente osaba mencionar un precio más bajo en otra parte, la respuesta era inmediata y contundente: «Bueno, vaya y lo compra alláaaaa», arrancando la mercancía del mostrador para volver a su sitio, dándole la espalda al «despistado» con una eficiencia dramática. «No me haga perder tiempo. Si lo va a comprar, diga de una vez», era otra de sus sentencias.⁣⁣
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Quienes lo conocieron bien, como los vecinos de la placita donde jugaba dominó con los Martínez, o los hijos de Doña Rosalía Camping de Herrera, sabían que detrás de ese carácter «ufff» y mordaz, había un hombre de principios y una amistad leal. Los más avispados aprendieron la llave para ablandarle el genio: buscar conversación sobre el General Páez. Era la contraseña para una atención más cordial, aunque, eso sí, «obviamente sin ningún descuento».⁣⁣

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El Legado de la Pulcritud y la Perseverancia⁣⁣

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Su pulcritud era proverbial: camisa blanca, almidonada, de manga larga y siempre abotonada hasta el cuello. Su ferretería, un bastión de perseverancia, ha seguido operando consecutivamente desde 1935, y hoy el testigo lo llevan con dedicación sus hijas, quienes mantienen vivo el establecimiento y la memoria de su fundador.⁣⁣
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Don David Herrera Rodríguez fue un personaje de esos que ya no se fabrican, un hombre culto y malhumorado, un comerciante de una sola palabra y un amigo de los de verdad. Como bien dijeron quienes lo trataron: «Genio y figura hasta la sepultura». Un personaje de esa Acarigua que se resiste a diluirse en el bahareque del tiempo.⁣⁣
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¡Dios lo tenga en su santa gloria!⁣

 

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