
Un aporte a la Sociedad | Desde Hoy Lunes 20 de Enero y todos los lunes del año, entregaremos un editorial donde analizaremos diversidad de temas, como aporte a la reflexion de Inversiones Medios Digitales Al Día, Portuguesa Al Día, en Celebración, este 1 de Marzo, de nuestros 9 años al servicio de los Portugueseños.
La imagen se repite con preocupante frecuencia: jóvenes, absortos en las pantallas de sus teléfonos, ajenos al mundo que les rodea, o conduciendo motocicletas a velocidades imprudentes, poniendo en riesgo sus vidas y las de otros. Estos dos elementos, teléfonos móviles y motocicletas, se han convertido en símbolos de una problemática juvenil en Venezuela y que Portuguesa no escaba de ello; que demanda una reflexión profunda. La pregunta que surge, casi de manera automática, es: ¿𝗱𝗼́𝗻𝗱𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗮́ 𝗹𝗮 𝗿𝗲𝘀𝗽𝗼𝗻𝘀𝗮𝗯𝗶𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗮𝗱𝗿𝗲𝘀 𝘆 𝗿𝗲𝗽𝗿𝗲𝘀𝗲𝗻𝘁𝗮𝗻𝘁𝗲𝘀 𝗲𝗻 𝗲𝘀𝘁𝗮 𝘀𝗶𝘁𝘂𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻?
Es innegable que los padres y representantes juegan un papel fundamental en la formación y el desarrollo de los jóvenes. Son ellos quienes, en primera instancia, deben inculcar valores, establecer límites y supervisar las actividades de sus hijos.
En el caso del uso de teléfonos móviles, la responsabilidad parental abarca desde la regulación del tiempo de uso y el acceso a contenidos inapropiados, hasta la promoción de una comunicación abierta sobre los riesgos del ciberacoso y la adicción a las redes sociales.
En cuanto a las motocicletas, la situación es aún más delicada. Permitir que un joven conduzca una motocicleta sin la debida preparación, sin la licencia correspondiente y sin la supervisión adecuada, es una negligencia que puede tener consecuencias fatales. Los padres y representantes deben ser conscientes de los peligros que implica este tipo de vehículos y actuar con responsabilidad, priorizando la seguridad de sus hijos.
Sin embargo, atribuir la exclusiva responsabilidad a padres y representantes sería una simplificación peligrosa. La problemática juvenil es un fenómeno complejo que se nutre de múltiples factores. La presión social, la influencia de los medios de comunicación, la falta de oportunidades educativas y laborales, y la ausencia de espacios de recreación y esparcimiento adecuados, son elementos que también contribuyen a esta situación.
La sociedad en su conjunto tiene una cuota de responsabilidad. Las instituciones educativas deben fortalecer la formación integral de los jóvenes, promoviendo el desarrollo de habilidades sociales y emocionales, y fomentando el pensamiento crítico. Los gobiernos deben implementar políticas públicas que garanticen el acceso a una educación de calidad, a oportunidades de empleo digno y a espacios de recreación seguros. Los medios de comunicación deben promover contenidos que fomenten valores positivos y que contribuyan a la formación de ciudadanos responsables.
En conclusión, si bien la responsabilidad de padres y representantes es crucial en la prevención de los riesgos asociados al uso de teléfonos móviles y motocicletas, no podemos eximirlos de otros factores que influyen en el comportamiento juvenil. Se requiere un abordaje integral, que involucre a la familia, la escuela, el Estado y la sociedad en general, para construir un futuro más seguro y prometedor para nuestros jóvenes. No se trata de buscar culpables, sino de encontrar soluciones conjuntas. Se trata de entender que el bienestar de nuestros jóvenes es una responsabilidad compartida.
Edgar Alexander Morales
Director
𝗥𝗲𝗱𝗮𝗰𝗰𝗶𝗼́𝗻 | #𝗣𝗼𝗿𝘁𝘂𝗴𝘂𝗲𝘀𝗮𝗔𝗹𝗗í𝗮
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