La demanda de camas de hospitalización en los centros de salud público de nuestra entidad ha incrementado de forma desproporcional, esto indica a simple vista que en los actuales momentos los contagios están aumentando. Asimismo, se nota también las costuras de los problemas estructurales en los centros centinelas en virtud de este repunte. No es lo mismo atender con regularidad de 5 a 10 pacientes diarios que brindar atención a 40 o 50 pacientes al día.
Es el peor momento de la pandemia para los portugueseños después de un año, debemos poner de nuestra parte como ciudadanos, extremar las medidas de bioseguridad para que no siga escalando. Si se desborda, habrá consecuencias duras porque los hospitales están abarrotados y no hay capacidad de respuesta.
Igualmente, en este repunte que se vive existen muchos pacientes controlados que no son parte de la estadística que maneja el régimen, estos pacientes que son la mayoría deben batallar por su salud de manera particular, ya que, los centros centinelas están abarrotados. Aunado a ello, la dotación existente es poca y el personal de salud se ha visto reducido producto de unos salarios públicos devorados por la hiperinflación.
Claro está, este rebrote de COVID que vive nuestra entidad no puede ser sorteada exclusivamente por medio de la estrategia de la parálisis. A mi juicio, quienes ostentan el poder no pueden traducir una nueva cuarentena a seguir escurriendo el bulto, están obligados a salvar vidas y señalar sin temor algunas cifras reales. He aquí la necesidad de acelerar la vacunación y manejar la opción de crear un plan para aquellos pacientes controlados que no pueden ser ingresados a los centros de salud en virtud de las limitaciones existentes.
Finalmente, desde Un Nuevo Tiempo, somos del criterio que esta delicada situación de salud que se vive y que nos distingue estatus social debe ser abordada y superada bajo otros criterios y protocolos. Es vital generar una cruzada real por la vida y por el bienestar de nuestro pueblo.
Prof. Edgar Rivero – Pdte UNT Portuguesa