
Por:
PhD. GB. Roberto González C.
En la reunión de los BRICS celebrada en Johannesburgo, SUDÁFRICA, realizada en el 2.023 fueron invitados, a unirse al bloque de economías en desarrollo BRICS. Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Etiopía, Irán, Argentina y Arabia Saudita, a incorporaciones al grupo a partir de 2024.
El Sr. Celso Amorin, asesor del Presidente de Brasil, Lula Da Silva, afirmo el pasado lunes 21 de Oct. que no tiene sentido el ingreso de Venezuela en los BRICS, la cual no defiende.
AHORA, yo le preguntaria.
¿Cuál sería el impacto para occidente el ingreso de Venezuela a los BRICS.?
El ingreso de Arabia Saudita, Irán y Venezuela a los BRICS tendría un impacto considerable para Occidente desde varios ángulos:
– Geopolítico,
– Económico y
– Energético.
1. Impacto Geopolítico.
– Desafío al orden unipolar:
La adhesión de tres actores clave del Medio Oriente y América Latina a los BRICS refuerza la narrativa del bloque de un mundo multipolar, en contraste con el orden global unipolar liderado por Estados Unidos y sus aliados europeos. Arabia Saudita, Irán y Venezuela son países que, a lo largo del tiempo, han tenido tensas relaciones con Occidente debido a sanciones, diferencias políticas y conflictos estratégicos. Su ingreso podría aumentar la influencia de los BRICS y limitar el alcance de la diplomacia occidental en regiones clave.
– Distanciamiento del dólar:
Los BRICS han explorado alternativas al uso del dólar estadounidense en el comercio internacional. La inclusión de estos países, especialmente grandes productores de petróleo como Arabia Saudita y Venezuela, podría acelerar el declive del «petrodólar». Esto tendría profundas consecuencias, ya que el dólar se ha mantenido como la principal moneda en el comercio energético global, sustentando gran parte del poder económico de EE.UU.
– Alineación con potencias no occidentales:
Arabia Saudita e Irán, a pesar de sus rivalidades históricas, podrían acercarse más a potencias como China y Rusia a través de los BRICS. Esto no solo desafiaría la influencia de EE.UU. en Oriente Medio, sino que también disminuiría la dependencia de estos países de Occidente para comercio y seguridad. Para Venezuela, este movimiento reforzaría su relación con potencias que han sido sus aliados frente a las sanciones occidentales, particularmente Rusia y China.
2. Impacto Económico y Energético.
– Control sobre los recursos energéticos globales:
Arabia Saudita, Irán, Rusia y Venezuela son cuatro de los países con mayores reservas de petróleo en el mundo. Con su ingreso, los BRICS tendrían una influencia significativa en el suministro global de petróleo y gas. Esto podría permitir al bloque no solo coordinar mejor la producción energética entre sus miembros, sino también negociar con mayor poder frente a las naciones occidentales, afectando los precios globales de energía.
– Nuevas rutas de inversión y financiamiento:
Al pertenecer al BRICS, estos países accederían a fuentes de financiamiento alternativas, como el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), disminuyendo su dependencia de instituciones financieras occidentales, como el FMI o el Banco Mundial. Esto sería crucial para Irán y Venezuela, que enfrentan sanciones económicas, y para Arabia Saudita, que busca diversificar su economía más allá del petróleo bajo su plan «Visión 2030».
– Diversificación de relaciones comerciales:
Arabia Saudita, Irán y Venezuela, con acceso a los mercados emergentes de China, India y Rusia, podrían redirigir gran parte de su comercio y cooperación hacia el este, en detrimento de sus relaciones comerciales con Occidente. Esto podría llevar a una disminución en la influencia de EE.UU. y la UE en regiones estratégicas como el Golfo Pérsico y América Latina.
3. Seguridad y Defensa.
– Fortalecimiento de lazos militares y estratégicos:
La integración de estos países en los BRICS también podría abrir la puerta a una mayor cooperación en temas de seguridad y defensa. Rusia y China, ambos potencias nucleares y militares, podrían facilitar el acceso a tecnología militar avanzada para Irán y Venezuela, países que están bajo sanciones militares de EE.UU.
Además, Arabia Saudita, que tradicionalmente ha dependido de EE.UU. para su seguridad, podría diversificar sus alianzas de defensa, lo que debilitaría el control estratégico de EE.UU. en el Golfo Pérsico.
– Potencial impacto en conflictos regionales:
La entrada de Irán y Arabia Saudita en el mismo bloque también podría facilitar un escenario de diálogo o al menos reducir tensiones en Medio Oriente. Sin embargo, desde el punto de vista de Occidente, esta alineación de actores que han sido tradicionalmente difíciles de manejar, podría generar mayor inestabilidad en la región y aumentar los desafíos para resolver conflictos como el de Yemen, el programa nuclear iraní, o la situación en Siria.
4. Repercusiones Globales en Políticas Energéticas.
– Transición energética en Occidente:
Si los BRICS logran coordinar la producción y distribución de petróleo y gas entre Arabia Saudita, Irán, y Venezuela, el acceso occidental a fuentes de energía tradicionales podría verse obstaculizado. Esto podría acelerar la transición hacia energías renovables en Europa y EE.UU., pero también podría llevar a picos en los precios de la energía en el corto plazo, especialmente si se desencadenan disputas comerciales o embargos energéticos.
Conclusión.
El ingreso de Arabia Saudita, Irán y Venezuela a los BRICS tendría efectos profundos para Occidente, erosionando el dominio económico del dólar, fortaleciendo alianzas no occidentales, y reconfigurando los mercados energéticos globales. Esta alineación consolidaría una poderosa alternativa geopolítica frente a las instituciones dominadas por Occidente, al tiempo que ofrecería a los BRICS más poder para influir en los asuntos globales.
Para Occidente, esto podría significar un aumento en las tensiones diplomáticas, económicas y estratégicas, así como una posible aceleración de la carrera hacia una nueva era de rivalidades entre potencias globales.
Para Venezuela, su ingreso en los BRICS, tiene un gran potencial para ayudar a reconfigurar la política y la economía global, lo que significa que para América Latina una mayor autonomía frente a las pretensiones imperiales de Occidente, mientras que para el mundo, fortalecerá la influencia del bloque en los mercados energéticos y en la redefinicion del orden multipolar emergente.
Ahora le pregunto al Sr. Celso Amorin.
¿Acaso no defiende Ud. un mundo, multipolar, multicéntrico y pluricultural…?
O Ud. ¿Esta de acuerdo con un NOM. unipolar imperialista.?
R.G.C.
