Expertos señalan que el 80% del ingreso se destina únicamente a alimentación y transporte, sacrificando la calidad nutricional y el bienestar general.
Un análisis realizado por el Centro Nacional de Investigación y Seguimiento de Políticas Públicas «José Vicente Rangel» determinó que, en el escenario económico actual, una familia requiere un ingreso mínimo de 400 dólares mensuales para cubrir sus gastos más básicos, un monto que, incluso alcanzándolo, resulta insuficiente para garantizar una calidad de vida digna.
La afirmación la hizo el sociólogo y abogado Armando Allen, presidente del centro de investigación, quien explicó que los datos recabados evidencian una crítica distorsión en la canasta familiar. «Según nuestras investigaciones, el 80 por ciento del ingreso de la familia se va en alimento y pasajes. Esto crea una situación insostenible donde las familias están sobreviviendo, no viviendo», aseguró Allen.
El Dr. detalló que esta presión económica obliga a tomar decisiones drásticas en el hogar, priorizando la cantidad sobre la calidad y sacrificando elementos fundamentales para la salud. «Los que tenemos hijos no comen ni frutas, ni verduras, ni legumbres. Se compra lo que más alcance y no hacemos buen mercado; por ende, no se come bien ni menos balanceado», lamentó.
Esta dinámica genera un ciclo de precariedad donde el ingreso, por sí mismo, no logra cubrir todas las necesidades. «Todo lo que una familia gana, se gasta en comida, y todavía falta dinero. El 80% diría yo, solo para eso, metiendo allí lo diario del colegio de los niños, es que solo para eso alcanza. Y eso es ganando 400$ al mes; el que gane menos, no sé cómo hace», expresó Allen con preocupación.
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Armando Allen fue enfático al señalar que los 400 dólares mensuales representan un «piso de supervivencia» y no un estándar de vida adecuado. La situación se agrava para las familias con ingresos por debajo de esta línea, que se ven sumidas en una lucha diaria por cubrir las necesidades más elementales, comprometiendo su seguridad alimentaria, salud y futuro.
«Estamos ante una emergencia social que requiere de políticas públicas urgentes y efectivas. Cuando una nación no puede proveer una alimentación balanceada a sus niños, estamos hipotecando nuestro porvenir», finalizó el sociólogo.
El Centro Nacional de Investigación y Seguimiento de Políticas Públicas «José Vicente Rangel» es una organización dedicada al análisis socioeconómico y la evaluación de políticas públicas en el país, con el objetivo de aportar datos concretos para la discusión y solución de los problemas nacionales.