
Caracas, – La Federación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro) se pronuncia sobre la creciente problemática en la comercialización del maíz de producción nacional, un cultivo clave que representa el 36% del Valor de la Producción Agrícola Vegetal (VPA) y el 16% del VPA total del país.
El maíz es el subsistema más importante de la agricultura venezolana, cultivado en más de 150.000 explotaciones a nivel nacional. Este cultivo no solo es fundamental para la economía agrícola, sino que también proporciona el 32% de las calorías y el 19% de las proteínas requeridas por el venezolano promedio. La salud y el futuro de la agricultura en Venezuela dependen en gran medida del rendimiento y la estabilidad de la producción de maíz.
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La producción de maíz enfrentó un marcado decrecimiento entre 1998 y 2008, alcanzando un récord histórico de 2.995.000 toneladas en 2008, según el Ministerio de Agricultura y Tierra. Sin embargo, a partir de ese año, se inició un descenso sostenido que continuó hasta 2019, cuando se registraron sólo 450.000 toneladas de producción.
Desde 2020, la producción de maíz ha mostrado signos de recuperación, alcanzando en 2023 un total de 1.033.000 toneladas, de acuerdo con datos de Fedeagro. Este resurgimiento se debe a la liberación de controles de precios y cambios, el acceso a insumos importados, un régimen de lluvias favorable y la incansable tenacidad de los agricultores venezolanos.
A pesar de estos avances, la producción nacional solo cubre alrededor del 34% de la demanda de la industria de harina precocida y de alimentos balanceados para animales. Los productores deben recurrir a importaciones para satisfacer el consumo aparente nacional de ambos tipos de maíz que producimos, blanco y amarillo.
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Fedeagro hace un llamado a las autoridades gubernamentales y al sector privado para abordar la crisis de comercialización del maíz. Es imperativo garantizar condiciones favorables para la producción local, mejorar el acceso a insumos y fomentar políticas que promuevan la producción sostenida del maíz.
La fortaleza del sector agrícola venezolano depende de la colaboración entre los productores, el gobierno y la industria. Solo así podremos asegurar el futuro del maíz, un cultivo esencial para la alimentación y la economía del país.
𝗘𝗱𝗴𝗮𝗿 𝗔𝗹𝗲𝘅𝗮𝗻𝗱𝗲𝗿 𝗠𝗼𝗿𝗮𝗹𝗲𝘀
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