
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, concluyó su gira por América Latina, que se llevó a cabo del 17 al 21 de abril. La agenda del canciller ruso fue bastante apretada, ya que incluía múltiples reuniones y ruedas de prensa diarias.
Brasil
Su primer destino fue Brasil. Durante su estancia en el país amazónico, Lavrov tuvo un encuentro con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, con el asesor jefe especial del mandatario, Celso Amorim, y con su homólogo, el canciller Mauro Vieira. En su visita, el ministro ruso destacó que las relaciones diplomáticas entre Rusia y Brasil se establecieron en 1828 y que este año se celebró el 195º aniversario.
Al comparecer ante la prensa junto a Vieira, Lavrov agradeció a Brasilia la buena comprensión de la «génesis de la situación» en Ucrania y su intención de aportar su contribución en la búsqueda de caminos para resolver la situación. Asimismo, detalló que en el marco de la reunión también se abordaron «los procesos de la integración política y económica en América Latina».
Por otra parte, el canciller brasileño anunció que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, invitó a Luiz Inácio Lula da Silva a participar en la próxima edición del Foro Económico Internacional de San Petersburgo.
«Brasil repite como un loro la propaganda rusa»
La buena relación entre Rusia y Brasil parece causar una gran molestia e indignación a EEUU. El portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, no dudó en acusar al Gobierno del país latinoamericano de «repetir como un loro la propaganda rusa y china» después que Lula afirmara durante su visita a China que las autoridades estadounidenses y europeas deben dejar de fomentar el conflicto en Ucrania.
Al partir de Brasil, Lavrov se dirigió a Venezuela para reunirse con su homólogo Yván Gil Pinto, la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, y el presidente Nicolás Maduro. El mismo día de la llegada del ministro ruso, desde la Cancillería venezolana aseguraron que las relaciones entre Rusia y Venezuela constituyen «una sólida alianza» que se encuentra en constante expansión.
El jefe de la diplomacia venezolana describió su reunión con Lavrov como «muy fructífera» y prometió que se seguirá trabajando «para reforzar estas relaciones entre dos socios estratégicos como son la Federación de Rusia y Venezuela».
El ministro ruso subrayó que las relaciones bilaterales entre ambos países «se están desarrollando con éxito», y señaló que tanto Rusia como Venezuela abogan por «la defensa del derecho de los pueblos a determinar su propio futuro, su destino, sin injerencias externas, sin dictados ni chantajes […] que ahora practica el Occidente colectivo».
Al mismo tiempo, Lavrov criticó la imposición de sanciones contra Caracas por parte de Washington, y destacó que Rusia continuará apoyando a Venezuela y hará «todo lo posible para garantizar» que su economía «sea cada vez menos dependiente de los caprichos y juegos geopolíticos» de EEUU o de otros países occidentales.
El canciller ruso también aprovechó su estancia en Venezuela para reunirse con el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, y con su homólogo boliviano, Rogelio Maita Maita.
Nicaragua
En sus declaraciones, Lavrov destacó que «la multipolaridad es un proceso histórico objetivo que no se puede detener, pese a que el Occidente colectivo, unido bajo el auspicio de la llamada exclusividad estadounidense, intenta hacerlo».
Cuba
Cuba fue el país en el que Lavrov concluyó su viaje por América Latina. En La Habana, el jefe de la diplomacia rusa se reunió con el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y el expresidente de la isla, el diputado y general del Ejército Raúl Castro Ruz.
Durante el encuentro con su homólogo, Lavrov puso sobre la mesa las crecientes tensiones en la arena internacional, así como el «ilegal e ilegítimo bloqueo comercial y económico contra Cuba» por parte de EEUU. Subrayó que «los intentos de Occidente de dictar su voluntad e ignorar las posiciones legítimas de los demás no solo persisten, sino que están aumentando». Según sus palabras, Cuba y Rusia seguirán trabajando juntas «para movilizar a los países que también rechazan tal dictado, para que trabajen juntos en la formación de un orden mundial multipolar».
Finalmente, el ministro explicó en qué consiste el nuevo concepto que tiene Rusia sobre política exterior y lo que significa esto en la región de América Latina. Lavrov afirmó que el documento «supone el aumento significativo de la atención que se debe prestar a América Latina, a aquellas estructuras que funcionan en el continente, sobre todo la Celac, y por supuesto priorizando a los [países] que son nuestros socios estratégicos desde hace mucho tiempo, entre los cuales se encuentra Cuba, [que es] cercana a nuestro corazón».