
La fiscalía federal suiza confirmó este domingo que abrió una investigación sobre las circunstancias en las que se produjo la adquisición del banco Credit Suisse (CS) por parte de su rival y compatriota UBS, operación alentada por las autoridades federales suizas.
La fiscalía quiere asegurarse de que el centro financiero que es Suiza se mantenga «limpio», dijo en un correo electrónico a la AFP.
La oficina del fiscal federal «dictó órdenes» para iniciar de investigación» después de haber realizado «un inventario de la situación con todos los servicios internos involucrados» y haber «contactado con las autoridades nacionales y cantonales», dijo confirmando informaciones del Financial Times.
«La fiscalía federal quiere cumplir proactivamente con su mandato y responsabilidad» de contribuir a un sistema financiero suizo «limpio» y ha establecido «seguimiento que le permite intervenir de inmediato en caso de que surja un problema dentro de su área de competencia», explica.
«Se trata de analizar e identificar cualquier infracción penal que pueda ser competencia» de la fiscalía, continúa el correo.
El fin de semana del 18 y 19 de marzo, UBS acordó pagar 3.200 millones de dólares para comprar Credit Suisse, a 0,76 francos por acción, tras intensas negociaciones con el ministerio de Finanzas, el Banco Central y la autoridad suiza de supervisión del mercado (Finma), que también le ofrecieron garantías contra cualquier eventual sorpresa que se encontrara en sus cuentas.
Con ello trataban de evitar a contrarreloj el hundimiento del segundo banco del país, en la cuerda floja por el miedo de los inversores internacionales a la situación financiera internacional, tras la quiebra de varios bancos en Estados Unidos.