
Los proyectos y obras en las comunidades encarnan en si mismo la capacidad alcanzada por el pueblo para darse sus propias formas de vida. La consulta popular que se inició a nivel nacional desde el año pasado representa el elemento más fehaciente de democracia participativa y le da un giro definitivo al concepto frío de soberanía popular, porque trasciende el tradicional acto de votación popular por nuestros candidatos a gobernantes.
La consulta popular de cada proyecto en cada comunidad y comuna es un mecanismo de participación política y social, ademas de la construcción de una identidad local que, en sus múltiples dimensiones, eleva el sentido de conciencia colectiva definitivamente emancipadora, fomentando culturalmente el amor por lo propio para lograr el buen vivir.
La Constitución de la república está dotda de amplios caminos para que la participación soberana del pueblo en sus asuntos comunes se genere de manera efectiva y era además, una deuda histórica con el pueblo acelerarle el paso al espíritu constitucional en este sentido.
La política se trata precisamente de buscar el método más sencillo y manejable por el pueblo para que este se de su propia forma de gobierno, que repito, va más allá de elegir a nuestros gobernantes en el tradicional acto de votación.
La consulta popular como mecanismo innovador de participación y de democracia que, constitucionalmente es, se concibe como un puente para que todos los factores de la sociedad y de la vida política se unan en un solo propósito que es sencillamente lograr la mayor suma de felicidad posible.
Los partidos políticos decentes y democráticos que legítimamente hacen vida en el país están llamados a impulsar la participación popular porque es en el pueblo donde reside la soberanía y la soberanía solo es real cuando el pueblo comienza a construir sus propias formas de vida según sus características y necesidades, cuyas soluciones se hacen tangibles en los proyectos populares de las Comunas.
Sociologo. Armando Allen Medina