
Si algo tienen en común Madonna y Letizia Ortiz es que cada vez que hacen una aparición pública, sus musculosos brazos se convierten en materia de debate. Sin embargo, cada vez es más habitual que las celebridades presuman de musculatura, y en un momento en el que el ejercicio físico se ha convertido en un elemento clave del discurso de quienes destacan su importancia no sólo por cuestiones estéticas, sino incluso por sus beneficios en el campo de la salud mental, las instructores fitness más aclamadas de las redes han descubierto que sus bíceps y abdominales, esos que antes algunas personas rechazaban o temían, comienzan a ser aclamados y deseados.
Por qué entrenar fuerza es esencial a partir de los 30 años
En sus redes sociales hace una firme defensa de la importancia del entrenamiento de fuerza, cuyos beneficios conoce de primera mano, pues lleva casi 15 años apostando por estos entrenamientos a causa de una lesión lumbar con la que perdió la fuerza de las piernas y que hizo que fuera incapaz de atarse los cordones. “La solución que me dieron fue que me operara para ponerme una placa. Me dijeron que tendría que abandonar mi profesión, que es lo que más amo. Conocí a un osteópata que me aseguró que trabajando la musculatura paravertebral, podríamos fijar la columna para que hiciera el mismo efecto que la placa que el primer doctor me propuso. Gané masa muscular, me dejó de doler la espalda, comencé a poder atarme los cordones de nuevo y en definitiva, he podido seguir con mi profesión gracias al ejercicio de fuerza, que me rescató también en menopausia, pues me ayudó a mantener la cabeza saludable”, asegura.
Javier Carbajo, CEO de Trainingboutique, también recalca que el entrenamiento de fuerza es vital en todas las etapas de la vida de las mujeres, aunque se vuelve aún más importante con el paso del tiempo. “Este tipo de ejercicio ayuda a mantener la masa muscular y la densidad ósea, gestionar el peso, mejorar el estado de ánimo y la salud mental y prevenir enfermedades crónicas, asegurando una mejor calidad de vida y una mayor independencia en la edad avanzada. El aumento de la fuerza muscular permite que la realización de las actividades más cotidianas se realicen con un esfuerzo mucho menor, lo que hace que la persona tenga una mayor independencia en la vida diaria”, asegura. Añade como beneficio la mejora de la composición corporal gracias al aumento de la masa muscular, que hará que el metabolismo basal incremente, haciendo que el gasto calórico de base sea mayor. “A mayor cantidad de masa muscular, mayor será la energía que el cuerpo necesite consumir para hacer funcionar el organismo, promoviendo así la pérdida de masa grasa”, añade.
