
La rapidez de los acontecimientos catalizada por la inscripción de los candidatos ante el CNE impide un análisis sensato de la necesidad de derrotar al oficialismo en Portuguesa, en esta oportunidad de desunión, rabia, malestar, dentro del PSUV por esas inéditas primarias que pulverizaron la cacareada democracia interna de esta maquinaria aceitada a punta de chantaje, extorsión, humillación y dólares en cantidades industriales. Pareciera que la intención es que no se quisiera ganar la Gobernación y varias alcaldías importantes para una gestión al servicio de un pueblo hastiado de socialismo del siglo XXI, que lo ha hundido en la más pavorosa de las miserias.
El satanizado G5 ha dado demostraciones de querer, colocando a sus mejores fichas a luchar por rescatar espacios democráticos. No es ningún premio lo que han solicitado los dirigentes de la Plataforma Unitaria. Ganar Páez, Guanare, la Gobernación, no luce tan fácil para los jefes de UNT, Voluntad Popular o PJ. Lo único seguro que parece estar, es la cabeza de la lista del Consejo Legislativo, y eso porque son siete los principales, escogida por el jefe de AD, ante la rebelión de las municipales, porque la tolda blanca apenas pudo asegurar Turén en las negociaciones iniciales. El G5 dio demostraciones de amplitud con las candidaturas de Jóbito Villegas, Carlos Barrios y Oswaldo Zerpa. Pero se quedó corto, porque algunas imposiciones y el enorme hueco que pudiera producirse en el circuito de la muerte, el dos, al que le agregaron el municipio Boconoíto, puede acabar con la primera prioridad que es impedir la victoria de la candidatura rojita. Colocar al actual Alcalde de Agua Blanca al frente de los destinos de la región, ha generado un verdadero pánico en las huestes chavistas y en la boliburguesía revolucionaria, conociendo el modo de actuar del susodicho.
El circuito 2 está conformado por los municipios Esteller, Turén, Santa Rosalía, Guanarito, Papelón y Boconoíto. Y elige un diputado. Me parece irresponsabilidad del CNE, asfixiar la representación uninominal y conformar un circuito de este tamaño, que comienza en La Misión de Turén y termina en Puente Páez, en el cual ningún candidato puede contactar ni siquiera la mitad de los centros de votación en tan corta campaña electoral. Lo lógico debió ser que cada circuito eligiera dos diputados y la lista, tres, para el total de once legisladores regionales.
Para la oposición democrática, este circuito significa la derrota. Aunado a los caprichos de algunos dirigentes, que ignoran a sus municipales, porque se perdieron del estado durante más de tres años, sin ocuparse de la política, ni de las estructuras, menos de la gente, en las funciones para la cual fueron electos. La enorme división de las fuerzas opositoras con tres o cuatro candidaturas, aupadas por algunos dirigentes regionales, produce un vacío que nos va a costar más sacrificio. Pongo por ejemplo a Guanarito: desconocer a Valmore Betancourt es un suicidio. Pero son incapaces de escoger un método, por lo menos, la encuesta, lo más confiable, para tomar una decisión. Pero no solamente eso. Ya había dos candidaturas definidas y luego presentan como opción que irrespeta a la dirigencia municipal que se ha calado 20 años de desprecio, pero sin bajar el moño, a una gente que es testaferro de un general y a otro que ha administrado junto al actual alcalde, los recursos de la Alcaldía.
¿Andan vendiendo puesto o no quieren ganar? Por más que le doy vuelta a la cabeza, no logro entender esto. Los municipales brillan por su ausencia, en el análisis y las decisiones después que se jodieron bastante en estas dos décadas.
Y el colofón que pretenden ignorar es el otro lado de la acera. El oficialismo está jodido, pero más enredado estamos nosotros. En cada pueblo, en cada asamblea, en cada compañero de ruta, la exigencia es la unidad. No distinguen como nosotros, sino que nos ven, de oposición. Hay candidaturas que le hacen daño a la plataforma unitaria. Por eso, y sigo insistiendo en eso, que hay que ir al encuentro de algunos protagonistas. Que no se diga que no se hizo la tarea. ¿Cómo hace un candidato nuestro, si las tarjetas fueron secuestradas y acompañan a otro abanderado? ¿Se le enreda o no el papagayo? Pero además, las candidaturas de Antonia Muñoz y Ruiz Parra, aunque pretendamos ignorarlas, nos van a hacer daño. Y habrá que gastar mucho tiempo en aclarar. Hay tiempo para corregir. Ojalá lo podamos hacer. IVÁN COLMENARES
