La iniciativa surge tras un debate nacional que arrojó datos sobre la sobrecarga emocional y económica que genera la dinámica en los hogares.
El ministro de Educación, Héctor Rodríguez, anunció el martes que las tareas escolares tendrán una regulación oficial, con el objetivo de disminuir el impacto negativo que generan en las familias venezolanas. Esta iniciativa surge luego de un amplio debate nacional, iniciado en octubre pasado, en el cual participaron diversas instituciones, incluyendo universidades, docentes, expertos, movimientos sociales y estudiantiles. La necesidad de la regulación busca atender las preocupaciones surgidas en la comunidad educativa sobre la carga académica impuesta fuera del horario escolar regular.
Desde la sede del despacho educativo en Caracas, Rodríguez solicitó a la comisión que llevó adelante el debate que, además de presentar la resolución, se formule una propuesta de acompañamiento integral y un plan de formación especial a los docentes. El titular de Educación destacó que no basta solo con una regulación, sino que debe haber «un plan de trabajo, una progresividad, un acompañamiento, un sistema de chequeo para evaluar si lo que aspiramos que pase está pasando». Asimismo, Rodríguez hizo énfasis en la necesidad de respetar el tiempo libre de los niños y adolescentes, abogando porque las tareas sean «realmente útiles, en función de las expectativas que se tienen sobre la educación venezolana» y sus objetivos.
La profesora Belkys Bigott, rectora de la Universidad Nacional Experimental de Magisterio Samuel Robinson y responsable de la comisión, detalló los hallazgos del estudio. Entre otros datos, Bigott explicó que las tareas generan sobrecarga emocional y económica para las familias, que en algunos casos la actividad es tercerizada y que en ocasiones las asignaciones no son suficientemente claras para resolver en casa. De igual manera, la docente señaló que cerca de la mitad de la población venezolana estaría de acuerdo con la eliminación total de las tareas. Entre las recomendaciones clave, Bigott enumeró que la tarea nunca debe sustituir el proceso pedagógico, debe tener un tiempo máximo de ejecución y debe garantizar claridad curricular y apego al contexto social.