El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo este miércoles en rueda de prensa en Ginebra que las temperaturas extremas y los incendios en los países del Mediterráneo constituyen un grave riesgo para la salud y pueden desencadenar todo tipo de enfermedades.
«El estrés derivado del calor extremo y el hecho de que el cuerpo no puede enfriarse pueden exacerbar el riesgo de infartos y otras enfermedades cardiovasculares, respiratorias, renales y mentales», busque el experto etíope.
Tedros ayudó a la población que adoptó medidas «de sentido común» para prevenir los riesgos sanitarios en este escenario de calor extremo, como quedarse en casa durante las horas de más calor del día o estabilizar hidratado.
Además, el director general de la OMS solicitó a los países que pongan en marcha sistemas de alerta temprana y estrategias de respuesta efectivas para los grupos más vulnerables, como las personas que trabajan al aire libre y los enfermos crónicos.
«Mientras nos adaptamos, tenemos que abordar y reducir la causa (del calor extremo y de los incendios) si queremos proteger nuestra salud, los ecosistemas y nuestras economías», dijo Tedros.
La máxima autoridad de la OMS dijo que estos eventos climáticos son «un nuevo recordatorio de la urgencia de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y de proteger el planeta del que toda la vida depende».
Además, Tedros se mostró especialmente preocupado por las consecuencias de las temperaturas extremas en aquellos países y comunidades afectados por conflictos o escenarios muy vulnerables, en los que el calor excesivo podría poner en peligro el acceso al agua potable o el suministro de medicamentos básicos.
En la última oleada de incendios que afectaron principalmente a Argelia, Italia, Túnez y Grecia ya han muerto al menos cuarenta personas y otras mil han sido evacuadas de sus hogares a causa de las llamas y el humo.
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