El reciente alboroto generado por ciertos periodistas opositores en el estado Portuguesa, al publicar una supuesta lista de candidatos para las 14 alcaldías y un reemplazo del gobernador Antonio Primitivo Cedeño, merece un análisis profundo. Este acto, que podría interpretarse como un intento de manipulación política, revela contradicciones que no pueden pasarse por alto.
En primer lugar, es digno de señalar que los supuestos candidatos que aparecen en esa fulana lista pertenecen al PSUV y son parte del equipo directo del gobernador Cedeño. Esto plantea una pregunta obvia: si Cedeño realmente carece de liderazgos, ¿Qué relevancia tienen estos individuos en una contienda política? Aparentemente, las afirmaciones de estos periodistas no solo son infundadas, sino que también carecen de lógica interna.
La historia política de Portuguesa nos muestra que las prácticas antiéticas, como el «bosal de arepas» que se mencionan, han estado en declive. Durante la Cuarta República, los llamados «caga tintas» recibían beneficios económicos de los poderes del estado a cambio de publicar información que favorecía a sus intereses. Sin embargo, como afirmó el ex alcalde de Araure, José Rafael «Chato» Vásquez, esa «mantequilla» se ha acabado. Los periodistas que promueven teorías conspirativas están, en gran medida, resentidos porque el liderazgo chavista ha aprendido a resistir la oferta de dinero y favores que antes se utilizaba para silenciar críticas.
Esos «sipicuisticos» de la comunicación respiran por la herida, arrechos a plenitud, porque ya no hay gasolina gratis, ni neveras ni cocinas, almuerzos y desayunos donde alimentaban sus egos. Además, la real situación en Portuguesa muestra que los 10 alcaldes de la revolución son responsables y están comprometidos, mientras que el grupo opositor, liderado por cuatro alcaldes, enfrenta dificultades económicas, debido a sus incompetencias y dependencia de favores de «comunicadores» que buscan convertirlos en «patrocinadores». Esta dependencia plantea serias interrogantes sobre su integridad y compromiso con el bienestar del pueblo.
En mi calidad de periodista, he mantenido un perfil bajo mientras observaba la dinámica política de la región. Sin embargo, ha llegado el momento de informar a los alcaldes chavistas que la experiencia y las lecciones del pasado son vitales. Muchos de estos comunicadores, que lanzan diatribas contra el presidente Maduro y el gobernador Cedeño, pueden estar recibiendo compensaciones de la gobernación o instituciones del estado. Se dan el tupé de llamar a los chavistas «enchufados» cuando la realidad es que en los cargos institucionales, nacionales, regionales y Municipales, están llenos de «foteros» y fabliestanes disfrazados de influencers, analistas políticos y asesores de yo no sé que cosas. Esta situación no hace más que señalar la falta de ética que muchos parecen haber olvidado durante la polarización política.
Finalmente, deseo enfatizar que mi apoyo al gobierno nacional y a los candidatos chavistas es inquebrantable. Estoy dispuesto a demostrar mi postura con total transparencia, porque la verdad es lo que realmente importa en la política. Al igual que muchos, aspiro a que en 2025 los 14 municipios de Portuguesa sean representados por alcaldes comprometidos con el desarrollo y el bienestar del estado y espero ver repetir a muchos de ellos, mientras desde la acera del frente, saldrán con la excusa de que el CNE, que me robaron, que Benjamín Netanyahu
es un gran hijo de Putin..
La política, como bien sabemos, no es para los débiles de corazón. Aquellos que quieran criticarme o cuestionar mis intenciones se enfrentan a la realidad de que, mientras yo defiendo la verdad, otros prefieren el camino fácil de la desinformación y el engaño. La ciudadanía merece un periodismo comprometido, que informe con base en hechos y no en leyendas urbanas, aléjense del chisme, y dejen el dolor, el gobernador es Primitivo hasta el 2025 y cuando llegue la hora, trabajaremos para que sea hasta el 2029, antes… !váyanse al carajo, Yankees de Mierda!. como lo dijo el eterno comandante. La extorsión con risitas y sobrenombres, se acabó.
𝗘𝗱𝗴𝗮𝗿 𝗔𝗹𝗲𝘅𝗮𝗻𝗱𝗲𝗿 𝗠𝗼𝗿𝗮𝗹𝗲𝘀