
Nuestro tema de esta semana quisiera estar inspirado en uno de los más destacados textos filosóficos de Nietzsche, “ Humain, trop Humain”, (Humano, demasiado Humano), el cual marcó un ítem en el cambio del pensamiento del autor; empero, nuestro título se diluye en una realidad confusa y poco entendida en un mundo que mezcla al factor humano pero con intereses distintos a una filosofía filantrópica, y más por el contrario se reduce a factores económicos de lo humano; una suerte de “human business”.
La historia está plagada en el tiempo de este tipo de formas, donde el factor de las masas humanas sirven para la obtención de ganancias.
Desde que Moisés golpeó al Poder del faraón egipcio, logrando la primera migración conocida en la historia atravesando el Mar Rojo con un gran grupo de pobladores judios en búsqueda de la tierra prometida; vaticinaba una fórmula de ejercicio del poder de las masas. Dios sirvió en aquel momento para afianzar tal idea, dejando pasar a todos los salvos movidos por Moisés.
Los movimientos migratorios han sido un tema de lucha social y transformación política.
Las grandes movilizaciones europeas en la Edad Media y antes de esta, pusieron en jaque a muchos monarcas arraigados de la época. Los ejércitos eran creados para agrupar un gran número de hombres a costa de promesas de riquezas, tesoros, mujeres y tierra.
Los romanos entendieron este concepto vasto del poder, por lo que ampliaron al maximo las fronteras sometiendo bajo la fuerza del yugo de la espada y manus militaris especializada.
Grandes movilizaciones de gentes requerían grandes cantidades de costos y gastos, por lo que los emperadores requerían amasar fortunas para mantener sus extensiones del poder. Más adelante, hasta los movimientos colonizadores de las coronas española, inglesa, portuguesa entre otras, apostaron a grandes inversiones en embarcaciones y oro para lograr la búsqueda del Dorado, o tesoro prometido por los entusiastas colonizadores.
Lo humano en la época quedaba reducido al sometimiento por la fuerza del colonizador; de allí diferentes historias de nuestros aborígenes latinoamericanos luchando contra estos abusos.
El centro de lo “humano, demasiado humano o gran negocio” de nuestro título; se dirige al desarrollo actual de los diferentes movimientos migratorios que continúan produciéndose en el mundo, que conforme a las cifras de Naciones Unidas a través de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de 272 Millones de personas de encuentran imbuidos en estos procesos.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) define a un migrante como cualquier persona que se desplaza, o se ha desplazado, a través de una frontera internacional o dentro de un país, fuera de su lugar habitual de residencia independientemente de: 1) su situación jurídica; 2) el carácter voluntario o involuntario del desplazamiento; 3) las causas del desplazamiento; o 4) la duración de su estancia.
En la Declaración de Nueva York, los Estados Miembros acordaron cooperar en la elaboración de un Pacto mundial para una migración segura, ordenada y regular, que se aprobó en la conferencia intergubernamental sobre migración internacional en diciembre de 2018 en Marruecos. Este Pacto mundial cubre diversos temas, tales como el fortalecimiento de los derechos laborales de los trabajadores migrantes; la mejora de los datos sobre migración para elaborar políticas basadas en datos empíricos; o salvar vidas y establecer esfuerzos internacionales para los casos de migrantes desaparecidos, entre muchos otros asuntos. La implementación del Pacto mundial representará un avance en la gobernanza de la migración de una manera que aumente sus beneficios para las personas, las comunidades y los países, y reduzca sus riesgos para todos.
A través de esa Declaración de New York observamos parte del “negocio” de la tierra prometida por Moisés. En ello, las grandes inversiones en nombre de lo “humano” para prestar ayuda, pero detrás de ese fin filantrópico están los grandes negocios de gobiernos e instituciones que promueven estas movilizaciones. Las redes Sociales han sido muy efectivas para presentar fórmulas de solución para los que consideran irse de su país. De ello no ha escapado nuestra Patria. De un tiempo para acá, vemos cómo se ha ido incrementando la sanciones que generaron en parte el declive de la economía frente a la falta dé respuesta gubernamental, lo que obligó a muchos nacionales a imbuirse en estos mecanismos de migración que seguimos observando. Uno de los fenómenos más sencillos es el ver que una de las fronteras más rígida para traspasar, hoy día representa toda una fórmula de ingreso fácil, y hablo de frontera Mexico-Norteaméricana por el río grande en Texas. Quien pensaría que la amenaza del gobierno de Trump de cacarear un muro infranqueable, hoy día los migrantes ingresan bajo mecanismos de corrupción de bando y bando bajo la mirada pasiva de ambos lados.
Allí estriba lo “raro” de todo este mecanismo que al final es el gran negocio que genera grandes ingresos a los países que ingresen migrantes. Esa es la razón el porqué se facilita el ingreso de extranjeros ilegales; primero porque a mayor número de ellos, pues mayor es la cuota de financiación internacional, y segundo, alivia la economía con sueldos bajos y mano de obra barata. Eso traduce grandes ganancias. Para muestra un botón, Estados Unidos esta semana autorizó el mecanismo de protección TPC a migrantes en condiciones de ilegalidad, Colombia ha creado un decreto de protección y estadía para migrantes venezolanos. Esto apenas es un punto del iceberg. Habrá que ver el desarrollo de las fronteras de España y Marruecos, Grecia y Turquía y de los que se cuelan desde Austria a Italia. Todo un torbellino de tensiones donde lo humano no es demasiado humano como establecía Nietzsche.
Rafael García González
