Para intentar establecer esta idea, veamos primero de qué hablamos.
Para la RAE otredad significa “condición de ser otro” (https://dle.rae.es/otredad) mientras que otro/otra es un adjetivo que se emplea “para explicar la suma semejanza entre dos cosas o personas distintas” (https://dle.rae.es/otro).
Estamos ante acontecimientos y hechos que vislumbran incluso un nuevo siglo; de allí que los que hemos trascendido parte del siglo XX y este inicio del XXI, evidentemente no somos los mismos venezolanos. De hecho hemos variado desde la inexistencia de la telefonía celular hasta la generación de los Androides, y ahora con mayor desarrollo en el concepto de la IA.
A veces pienso que hemos querido inventar la inteligencia por la flojera de pensar.
Nada de esto ha dejado de invadir las esferas políticas nacionales e internacionales. El tema semántico de las ideologías y sistemas de gobierno, han venido transformando la realidad inesperada de los acontecimientos , a ratos virtuales y a ratos sumidos en la mentira.
La desvalorizacion de los valores humanos, sin duda han creado la otredad del nuevo hombre. Cultura que se arropa en lo chabacano y de mal gusto por un lado, sumado a ese estilo de querer parecerse a lo más granado de una sociedad elitesca que no los acepta a pesar de las fortunas obtenidas por la corrupción. Nuestro país hace gala de dos grupos sociales antagónicos; los muy ricos con sus discrepancias de alcurnia, y la mayoría inmensamente pobre que es la que navega en ese mar de necesidades y malos servicios públicos.
Cortes eléctricos a ultranza, gasolina, agua, aseo urbano, altos impuestos y tasas que no se ven en su devolución de servicios porque van a parar a las arcas de los gobernantes de turno, sin protesto y sin rendir cuentas.
En esta otredad de contradicciones y de mentiras suplidas con mega shows como lo era Sábado Sensacional en su mejor época, va disimulando lo irreal y vetusto de las políticas que no son tales. Se ha perdido esa condición de políticos estudiosos o que por lo menos guardaban las formas de la ley. Ahora las violaciones al Estado de Derecho pasó a ser la costumbre de quienes hoy se precian de ostentar el poder.
Cual Virreyes de la Edad Media o Procónsules romanos, realizan cualquier cantidad de desmanes en el ejercicio de ese poder sin control y arbitrariamente.
Cual será la otredad de una Estado que se dibuja en esas circunstancias. Un Estado que no acepta la crítica ni busca enderezar su destino. Poco se hace en el plano meramente discursivo sin hilaridad y sin dirección. De otra parte, la oposición deshoja la margarita entre otros shows mal montados generando esperanzas que poco a poco tenderán a desvanecerse entre la frustración y el desgano de una unidad onírica. La reciente victoria de MCM, forma parte de una pequeña válvula de escape donde ciertos grupos drenan apetencias y ánimos de confrontación que tampoco son la solución.
No es con discursos clasistas o de querer hablar más fuerte para obtener los resultados; es como repetir lo mismo. Diatriba y división social. Otredad de venezolanos enfrentados en cantos de sirena que subyacen sin búsqueda de soluciones efectivas.
En qué somos distintos? El marco de unas primarias que han dejado un sabor de venganza y de opiniones contradictorias en algunos actores, separados por intereses personales frente al despliegue del venezolano común que solo espera una reversión de este status quo que lo mantiene sumido a las directrices de las imposiciones del hambre y el descontento.
El camino siempre será el de unas elecciones justas, y el Gobierno debe entender que debe jugar limpio. Acaso allí no ha operado la otredad, ellos siguen siendo los mismos y la historia los juzgará, tal como reza el juramento formal cuando se asumen funciones públicas. La variante importante y con las que en crisis políticas se solucionan los problemas, es escuchando la voz de la experiencia con políticos de avanzada y gente que esté inmersa en la búsqueda de soluciones equilibradas. Políticos de carrera pero investidos de esa otredad necesaria, donde se adapta la visión de un Estado de Derecho con visión de futuro. Busquemos las voces del concierto y meritocracia en esta oscuridad sin salidas. Es hora de la moral y de los notables silenciados.
Rafael García González . 27/10/23