Una familia que sufrió un accidente la madrugada de este lunes en la carretera Morrones Guanarito, vio comprometida sus vidas cuando el padre y la abuela de  C.B de ocho años de edad; llevaban al menor que se encontraba con una fiebre alta al médico, pero de regreso, Marielena Villalta, Willie Barco y el niño, arrollaron a un perro, perdieron el control de la moto en la cual viajaban y cayeron al pavimento.

En ese momento comenzó el calvario de la familia Barco, pues al llegar al hospital Miguel Oráa, sin ninguna razón aparente, no fueron atendidos y fueron referidos al Hospital Dr. Luis Razetti de la ciudad de Barinas, donde afortunadamente, fue admitido el niño con un trauma craneoencefálico, pero los dos adultos, fueron devueltos al Hospital Miguel Oráa de Guanare.

Mas incertidumbre

Tanto Marielena Villalta, como  Willie Barco, permanecieron la mañana de este lunes a las afueras del hospital, esperando ser atendidos, pero la doctora de guardia, una vez más se negó a atender a los pacientes.

No fue, sino hasta que llegó el director del Miguel Oráa, Dr. Ernesto Pacheco, quien diligentemente dio la orden de ingreso de los lesionados, cuando fueron atendidos alrededor de las 9 de la mañana de este lunes.

Los familiares de las víctimas, denuncian que “no puede ser que la decisión de una persona, ponga en riesgo la vida de los más desprotegidos, pedimos al Dr. Pacheco, sancione la actitud de esta médico que sin alma ni corazón, puso en riesgo la vida de un inocente que se debate entre la vida y la muerte en barinas.

Aseveraron que en los hospitales existen problemas, y eso lo entendemos; pero el trato cruel, no se justifica de ninguna manera, reconocieron que al viajar tres personas en una moto y de madrugada, también es un peligro, pero fue la única manera de prestar atención médica del infante, porque en Guanarito no hay ambulancias y esa fue la mejor manera de actuar.

Édgar Alexander Morales

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