Está el hombre o la humanidad trabajando concienzudamente para su destrucción? Este contrasentido de la humanidad trabajando contra si misma se corrobora cuando todo el conocimiento de la Física se colocó al servicio de la muerte en Hiroshima. A juicio de científicos el hundimiento de las ciencias exactas se produjo al estilo Titanic partiendose en dos y dejando un rastro de muerte en ese momento. Toda la maravilla de la ciencia se colocó al servicio de la muerte. La alienación del hombre a partir de la ciencia siguió el camino descrito de Thomas Hobbes donde » el hombre es el lobo para el hombre». Está realidad fué constatada por Ilyan Prigogine al asegurar que existe una ciencia contra el hombre y la vida, una visión de la ciencia que deja al margen lo social, lo humanístico, la realidad, no la que quisiéramos que fuera sino la que es. Esa visión de la ciencia ha estado presente en el capitalismo. Carlos Marx concluyó que el ser social determina la conciencia del hombre, no al revés y en tanto el modo de producción de la vida material condiciona la vida social, política y espiritual junto con ello la ciencia como creación de la humanidad está señida a la visión del capitalismo y el socialismo como transición contiene también esa visión en una lucha constante, irregular, contradictoria que debe estar caracterizada por el nacimiento, refuerzo y masificación del amor por la humanidad.
Humberto Maturana nos da una concepción, como biólogo, del amar. En la familia ancestral el nacimiento de un nuevo bebé era una aceptación y un recibimiento con cobijo y protección por todos los miembros. Para la criatura que aparecía significaba confianza. La permanencia de esa familia condujo a la necesidad de la coordinación de haceres y con ello al nacimiento del lenguaje. La repetición de esas coordinaciones por siglos dió nacimiento a una determinada cultura. Esa cultura era la del trabajo colectivo para satisfacer sus necesidades materiales y en el amar con la característica de aceptar, proteger y dejar que aparezca el otro, el nosotros. Marx en una ocasión dijo que no había que temerle a la palabra «arcaico» al referirse a la Comuna arcaica y con ello invitaba a la observación de las características formativas de esas sociedades. Sus lazos constitutivos estaban basados en el amar tal como lo define Maturana.
Por eso rendimos tributo al Jesús que hace 2025 años dio su vida para seguir viviendo en el ejemplo del amar con un verso de una canción:
» Sin tiempo, sin edad y sin distancia.
Comparto tus angustias, tu vieja soledad.
Yo soy tu compañero.
Sin tiempo y contra todo
Te quiero porque eres.’
Sandro. 1969.