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La Asamblea Nacional ha dado luz verde a una modificación legal que combina medidas progresistas en materia de derechos de la mujer y la infancia con un severo giro conservador contra el colectivo LGBT+.

OUAGADOUGOU, Burkina Faso. – La Asamblea Nacional de Burkina Faso aprobó este jueves una significativa reforma de su Código de Familia, un paquete legislativo que presenta avances en la protección de menores y derechos de género, pero que supone un drástico retroceso en el reconocimiento de los derechos del colectivo LGBT+ al penalizar la homosexualidad, que hasta ahora no era explícitamente ilegal en el país.

La reforma, que fue aprobada mediante el procedimiento parlamentario ordinario y aguarda ahora la firma del Presidente del país, Capitán Ibrahim Traoré, para su promulgación definitiva, representa una compleja mezcla de políticas sociales.

Medidas progresistas y restrictivas

El nuevo texto introduce varios cambios notables que organizaciones de derechos humanos han calificado de «contradictorios». Por un lado, se establecen medidas consideradas como avances sociales:

  • Elevación de la edad mínima para matrimonio: La edad legal para contraer nupcias se incrementa de 16 a 18 años para ambos sexos.

  • Penalización del matrimonio infantil: La ley incluye disposiciones específicas para sancionar esta práctica, alineándose con estándares internacionales de protección a la infancia.

  • Facilitación de la ciudadanía: Se simplifican los trámites para que los cónyuges extranjeros de ciudadanos burkineses puedan obtener la nacionalidad.

  • Opción de cambio de apellido: A partir de los 18 años, cualquier persona podrá solicitar el cambio de su apellido paterno por el materno, una medida que otorga mayor autonomía individual.

Por otro lado, la reforma incorpora una cláusula profundamente controvertida: la penalización explícita de la homosexualidad, un acto que hasta la fecha no estaba tipificado como delito en el código penal del país. Esta decisión sitúa a Burkina Faso en la senda de otras naciones de la región con legislaciones homófobas, y supone una grave vulneración de los derechos humanos fundamentales, según han denunciado grupos como Amnistía Internacional.

Un giro conservador y la sombra de Sankara

Analistas políticos locales han señalado que este endurecimiento contra la comunidad LGBT+ marca un alejamiento deliberado del legado más liberal de Thomas Sankara, el líder revolucionario que gobernó el país en la década de 1980. Bajo su mandato, si bien no se despenalizó oficialmente la homosexualidad, se promovió una agenda social progresista centrada en la igualdad y la emancipación de la mujer, creando un contexto relativamente más tolerante en comparación con el actual.

Este cambio refleja la influencia de valores conservadores en la actual estructura de poder y alinea al gobierno militar de Traoré con posturas más tradicionalistas.

Próximos pasos

El proyecto de ley ha superado la fase parlamentaria y se encuentra a la espera de la firma del Presidente Traoré. A menos que surja una objeción por parte del ejecutivo en este plazo, la reforma se promulgará y convertirá en ley, modificando el panorama social y jurídico de Burkina Faso para las próximas generaciones.

La comunidad internacional y las organizaciones de defensa de los derechos humanos observan con preocupación la implementación de estas nuevas medidas, especialmente la criminalización de la homosexualidad, que podría dar lugar a persecuciones y violaciones sistemáticas de los derechos de un colectivo ya de por sí vulnerable.

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