El presidente de EE. UU. aseguró que cualquier país que produzca fentanilo o cocaína y lo venda a su nación es «sujeto a ataque».
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó durante una reunión de gabinete que las operaciones militares que realiza su país en la zona han logrado reducir el número de personas afectadas por el tráfico de drogas en el país norteamericano. No obstante, el mandatario anunció planes para una escalada de estas acciones. En su declaración, Trump señaló: «Ha bajado porque estamos llevando a cabo estos ataques y vamos a empezar a llevarlos a cabo también en tierra». El presidente argumentó que la incursión terrestre es «mucho más fácil» debido a que «conocemos las rutas que toman» y saben «dónde viven los malos», indicando un conocimiento detallado de las redes criminales.
El presidente Trump especificó que el blanco de estos ataques se extiende más allá de los cárteles tradicionales, incluyendo cualquier entidad o país que facilite la producción y venta de narcóticos hacia territorio estadounidense. El mandatario advirtió: «Si ellos entran por cierto país o por cualquier país, o si pensamos que están construyendo fábricas para, ya sea fentanilo o cocaína. Cualquiera que esté haciendo eso y vendiéndolo a nuestro país está sujeto a ataque». Esta postura amplía la justificación de intervención militar contra la cadena de suministro de drogas, desde el punto de producción hasta la venta final, sin limitación geográfica evidente.
A pesar de la amplitud de la amenaza, Trump hizo una mención específica y una posterior aclaratoria sobre Venezuela, un país que ha sido blanco de repetidas acusaciones por parte de su administración. El presidente acotó que el enfoque militar no se limita a un solo país. En sus palabras, el mandatario subrayó: «No necesariamente solo Venezuela. No, no solo Venezuela, no», indicando que las acciones se aplicarán a cualquier país que encaje en el perfil de producción o tránsito de drogas con destino a Estados Unidos.
