Algo o huele mal…


Cuando la cúpula del régimen se alebresta por lo que dijo el canciller de la Unión Europea José Borrell, incluyendo su CNE, que calificó sus declaraciones como violación del acuerdo sobre la misión de observación y actitud intervencionista, cualquier ciudadano de a pie puede deducir que ese nerviosismo no es usual en el cinismo madurista. Eso del psiquiatra de que si es así, mejor es que no vengan, indica que algo huele mal en Dinamarca.

Al régimen le están saliendo mal las cosas, desde que la oposición seria, aunque a veces no lo parezca, decidió participar en las elecciones del 21N, porque esperaban la actitud tradicional. Trastabillando, incluso con gente que acompañaba al G4 que se apartó con sus razones, pero que si logra en estos días posesionar su discurso de enfrentamiento contra el incumplimiento, los 20 años perdidos, el altísimo costo de la vida, la corrupción en los programas sociales, el atraco con los impuestos municipales, el caos de los servicios públicos, sobre todo, la falta de agua potable, la plataforma unitaria pudiera despojar de espacios institucionales al régimen y dejarlo acorralado para los próximos retos. Vale esperar la actitud de quienes salgan electos de cualquier rincón opositor frente al gobernador o frente al usurpador, porque solucionar problemas tendrá que ir de la mano con una marcada diferenciación sin perder la vista en el objetivo fundamental, que es salir de esta pesadilla de los últimos diez años.

Esa es la gran diferencia para llamarse opositor. No sólo ser la mujer del César, sino comportarse como tal. El candidato que sepa cumplir su papel, el mismo que ha trabajado en estos 20 años de socialismo del siglo XXI, fracasado, obsoleto y periclitado para decirlo en esas palabras que utilizaba Rómulo Betancourt, será electo, porque el triunfo les pertenece a los que no se cansan, a los que fueron voz y conciencia, frente a estas calamidades de gobernantes que nos tocó calarnos en esta quinta república. Por eso, en este grave error que el G5 cometió en Guanarito, se evidencia esta tesis. Valmore Betancourt se ha convertido durante años en la voz contra la inmoralidad gubernamental en ese municipio. Con su programa de radio, sus millares de visitas, su presente solidario o un abrazo, se convirtió en la única oposición que ha habido en el cono sur portugueseño. Y nadie le quita lo bailao. Es el único opositor y el pueblo lo está acompañando en esta gesta histórica contra los dos candidatos del madurismo: el rojo y el amarillo.

Delcy abriendo el Aula Magna entre gallos y medianoche, para demostrar su prepotencia ante la más grande irresponsabilidad de la dictadura: dejar caer al patrimonio histórico que es la UCV. Antes las cerraban. Ahora las dejan morir, pero ese espíritu es indoblegable. La casa que vence las sombras es indomable.

Maduro violentando cada día la Constitución y la norma constitucional, de no usar los bienes del Estado en función proselitista. Diosdado amenazando al rector del CNE porque le pidió averiguación al mazo y mirando desesperado, las encuestas porque hay seis estados, además de los tradicionales, que pudiera perder el régimen. Se dice que Omar Prieto iba a ser cambiado y Arias Cárdenas, el mismo que se burló de la oposición haciéndose pasar por enemigo de Chávez, ya está en el Zulia, y hay cuatro candidatos más que tienen sus bardas en remojo. En Portuguesa, la Avenida Libertador a pesar de las fotos magnificadas de Cedeño, le quedó muy grande al hijo de Bachaquero. No llenaron cuadra y media. Hay presiones sobre municipios que están en peligro: Guanare, Papelón, Agua Blanca, Araure, Ospino, porque los candidatos no levantan. Hablan de Ronald Guevara para Guanare, Bonilla otra vez en Papelón, Cirilo Salas o Rubén Cortez para Araure.

Pero el simulacro electoral le pone la guinda al merengue, aunque el CNE hizo una contribución. En Ospino no apareció la tarjeta de la manito. En Guanarito, no aparecía el nombre del candidato de la Alianza y votar cruzado es muy engorroso. Y si hay una demostración de que el pueblo está arrecho, hay que ver el video cuando arribó a la Escuela General Páez, en pleno centro araureño, donde supuestamente se ve la gestión de gobierno que lo catapultó a la candidatura regional del PSUV, Primitivo Cedeño. Al grito de fuera impidieron que se acercara al centro de votación.
No son milagros. Es que hay un pueblo y recuerden que la voz del pueblo es la voz de Dios, que decidió cambiar.

IVÁN COLMENARES

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