Contar con más recursos, no significa tener más votos, las prácticas adecas de compra de consciencia y de votos, parecía algo extinto en la política venezolana con la llegada de la revolución Bolivariana al poder. Sin embargo, se ha convertido en el sello de los candidatos del PSUV a la hora de conseguir seguidores y no es más que el reflejo de sus orígenes y de su verdadera formación política.
La pobreza a la que han llevado a nuestro pueblo, es la peor forma de violencia que les tocado vivir a los venezolanos, porque no solo los golpea en lo físico con el hambre que mucha gente está pasando, sino que pretenden doblegarlos en su moral robándoles la esperanza. Quieren verlos pobres para poder comprarlos como un producto en cada elección y una vez que ganan se olvidan de ustedes y de sus necesidades.
A los que piensan que el dinero garantiza victorias políticas, les digo que si eso fuese cierto, Hugo Chávez jamás hubiese llegado a la Presidencia de la República, pues enfrentó a todo el poder económico y mediático del país y los venció a fuerza de sacrificio, moral, proyecto y liderazgo.
En el año 99, el presidente Chávez llamó a elecciones para la asamblea nacional constituyente y Antonia Muñoz, sin recursos y sin la tarjeta de Chávez, le ganó las elecciones en el estado. La Negra con el FIOPP logro vencer con creces al partido de gobierno y lo volverá a hacer, porque su liderazgo va más allá de los axiomas.
El 21 de Noviembre, será una elección entre el bien y el mal, entre los que infringen sufrimiento a nuestro pueblo y entre quien les brinda una mejor calidad de vida. Sé que las heridas de hoy, sanarán pronto si todos salimos a votar, y como dijo Louise Madeira “Adoro la ambivalencia de una cicatriz, que tiene dos mensajes: Aquí sufrió y aquí sanó”
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