A criterio del profesor Edgar Rivero – Presidente regional del partido Un Nuevo Tiempo en la entidad. Considera que no podemos llamarnos a engaños. La realidad política es muy clara, el PSUV y su dirigencia en todos los niveles perfilan todos sus esfuerzos y estrategias con mira a las elecciones presidenciales del 2024.

Desconocer esta realidad no ayuda en lo absoluto, diría un viejo amigo de la faena política “o comemos pescado o morimos arponeados”, es decir,  debemos actuar con pragmatismo político, dejarnos de tonterías y allanar de una vez por todo el camino del entendimiento y la integración entre los factores de la oposición en Portuguesa.

Insisto, hoy contamos con un contingente de dirigentes políticos calificados que ocupan diferentes cargos de elección popular producto de las elecciones del 21N (diputados regionales, alcaldes, concejales), los cuales ameritan y requieren mayor integración, direccionalidad, coordinación política de cara a un devenir que nos dice que no podemos perder más tiempo y debemos actuar en bloque para producir de las regiones las decisiones que tengan a bien tomarse en función del futuro político del país. En lo particular, los estados debe propiciar desde ya el debate verdadero sobre si la realización de elecciones primarias a finales del 2022 o primer trimestre del 2023.

Asimismo, para poder estratégicamente contrarrestar el trabajo de activismo que ya inició de forma planificada y organizada el PSUV, es vital ponerse a tono, de lo contrario que Dios nos agarre confesados. El 2022, debe ser el escenario ideal para el reencuentro  entre todos los factores sin sectarismo y mezquindad. Asimismo,  para  también orientar con hechos  o ejemplos a la dirigencia nacional que hasta los momentos no ha podido dar pie con bola.

Finalmente, es necesario buscar todos los puntos de encuentros posibles, retomar la propuesta de la conformación de un bloque de lucha coordinada por los cuatro alcaldes opositores y por lógica ejecutar un plan de trabajo que nos permita de manera sincera con madurez, respeto, responsabilidad poder activar y movilizar desde ya a nuestra gente.

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