La detención de los seis médicos en el Hospital “Casal Ramos” de Acarigua-Araure es una de las arbitrariedades más inexplicables de los primeros seis meses de gestión de la pareja imperial. Seis profesionales necesitaban asearse después de una ardua jornada y se atrevieron a utilizar los baños de una emergencia en construcción desde hace tres meses y los detuvieron, los intentaron imputar de robo, daños al inmueble, traición a la patria, complicidad con los Estados Unidos y los lacayos de la oposición, y etcétera y tuvieron que soltarlos, aunque siguen las investigaciones.

         Aunque nadie diga sobre el origen de la insólita orden, la mano de la emperatriz está detrás de todo esto. La que tiene una habitación llena de 400 pares de zapatos, la que se cambia de look carísimo tres veces al día, la que usa calzado deportivo de 750 dólares, la que no le da la gana de incorporar a los diputados suplentes de la oposición, la que se designó presidenta del Consejo Legislativo, la que promete cachetear a funcionarios de la Alcaldía de Araure, la que tiene a María Celeste pintada en la pared sin que Alianza para el Cambio, ni el Polo Patriótico, los cómplices rojos del Consejo Legislativo y menos el genuflexo PSUV, levanten la voz aunque sea, para protestar tremendo abuso y atropello, la que por sus caprichos le va a cavar la tumba a su marido. La misma que viste y calza. Lo cierto es que el parte policial indica que no se consiguió ningún motivo para mantenerlos detenidos: “No se detectan daños materiales, tampoco la pérdida o hurto de algún equipo, materiales o insumos médicos” dice textualmente la reseña policial. Lo que irritó a la emperatriz fueron las duras críticas por las redes sociales, que esos jóvenes profesionales hicieron a la infraestructura que al parecer no responde a los requerimientos del Ministerio de Salud.

         Oigan esta historia. De verdad que los rojitos siempre sorprenden. Resulta que una señora vendió una casa en el Barrio La Peñita de Guanare. Le dieron en pago 3 mil dólares y una camioneta. Hasta aquí, la historia es normal. Lo anormal viene ahora. El comprador es nada más y nada menos que el Alcalde Oscar Novoa, que tampoco es raro que un funcionario rojo, que gana un salario que no pasa de cien dólares, tenga la casa que tiene en Mesa Alta y 3 mil dólares para comprar en el barrio que lo vio crecer. Lo insólito es que la camioneta que al parecer entregó Novoa, pertenece a la Alcaldía de Papelón, que no fue desincorporada debidamente. ¿Y como llegó ese vehículo a manos de Oscar Novoa?

         Otro cuento vehicular. Otra señora, resguardo las fuentes, se fue de viaje a hacer unas compras en una camioneta que le acababa de comprar el marido, que sacando la cuenta por quién se la vendió, la creyó “legalita”. Bueno, a la dama la dejaron en una alcabala, decomisaron el vehículo porque estaba siendo solicitado ya que había sido robado. El vendedor es el más allegado al entorno íntimo del dúo imperial. ¿En manos de quiénes estamos? ¿Quieres que te lo diga, Tivo? Y mucha gente alucinada con los bombillos, los chapapotes y los bailecitos del que cree que sigue siendo el papá. Serrucho trancado. En el PSUV lo están cazando y no para darle consejos.

         La designación de Francisco Torrealba como Ministro del Trabajo, pone en alerta al proceso de reorganización del PSUV en Portuguesa. Por cierto, Maduro coge más fuerza en el gabinete y las fichas de Diosdado van quedando afuera. Esa procesión roja anda por dentro. Algo huele mal en Dinamarca. Al gobernador le va a tocar aflojar mucho para no perder la mayoría que quiere construir en la dirección política regional. El que se pone en la buena es el Alcalde de Páez, que va en la ruta para suceder a Primitivo Cedeño. Por ahí me enviaron esta copla anónima, aunque no es el que le manda a Grossman Parra: “Torrealba vuelve a ministro / con la mira en Portuguesa / Para apoyar a su hermano / Y cortarle la cabeza / Al que vino de Agua Blanca / creyéndose la realeza”.

         Lo del Hospital Miguel Oraá de Guanare no tiene nombre. La indolencia de las autoridades de salud de antes y de ahora, es gigantesca. Aunque ya pusieron a funcionar el llamado bunker oncológico, el martes pasado se cayó el techo del quinto piso donde están los quirófanos y la sala de parto. La infraestructura del principal centro asistencial del estado está en el suelo y a pesar de las denuncias y pedidos del personal de salud, no hay nadie que escuche. El domingo necesitaban una ambulancia para llevar dos bebés a Barquisimeto, porque estaban en condiciones delicadas. Y Primitivo bailando, no me jodan. Sigan creyendo en pajaritos preñados.

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