Recordando en el tiempo, lecturas que hemos realizado de obras de trascendencia en el mundo de la literatura, nos llega a la memoria la determinada por el título de este artículo y que es producto de la mente del insigne dramaturgo español Ramón Maria Del Valle Inclan, en donde se dio inicio al nacimiento del movimiento del “esperpento” en la corriente literaria del Modernismo literario.
Y viene a mi memoria en función a la manera como el autor retrató la realidad de una Madrid caótica y oscura; poblada de actitudes poco ciudadanas y corrupción.
De tal manera que observa una sociedad de esperpentos, fea e inhóspita; en un momento histórico del año 1920. Ese paso gris contrasta con el desarrollo del pensamiento ilustrado de escritores y poetas de la época.
La racionalidad de los acontecimientos en el devenir de la nuestra realidad venezolana, augura “luces de bohemia” muy cercana a lo que ha venido aconteciendo. La gran pérdida del civilismo venezolano en cuanto a la manera como súbitamente se ha creado una conciencia inversa de la realidad propia, hace que la comparación establecida, no llegue a esa actitud real de la bohemia propiamente dicha. Se ha disparatado todo, lo que debe ser el inicio, apenas es una retrógrada situación de acontecimientos.
Hemos visto delante de nuestros ojos como nuestros hijos y familiares se han ido del país buscando nuevos horizontes y afrontar toda una nueva situación entre los que deberíamos ser hermanos latinoamericanos, y en muchos casos los episodios son de odios y enfrentamientos.
Jamás el gentilicio venezolano estuvo tan acosado internacionalmente, se perdieron aquellos tiempos donde éramos bienvenidos y admirados. Hoy día, producto de todo un andamiaje que invirtió los valores hacia el “vivismo criollo” ha generado toda una estigmatizacion del venezolano quienes aún no nos lo creemos.
Lo inútil, lo chabacano, lo cínico y por demás ignorante, se ha apropiado de estructuras e instituciones políticas que conforman el poder público nacional. Las designaciones de funcionarios en su mayoría (muy pocos se salvan) se hace sobre personas incompetentes pero serviles, y lo que es peor aún, corruptas de capa cabal; requisito este sine qua non para ascender en este mundo político del esperpento siniestro tal como lo describía Ramón Del Valle Inclan. No hay “luces de bohemia “, hay un desfile de luces led con el mayor despliegue mediático de actividad gubernamental de papel, sin efectos hacia la población real, quien ve cada día como aumentan los cortes de electricidad, los daños a los equipos del hogar; las ferias de agua que no son más que imágenes icónicas vacías, porque lo cierto es que precisamente hay ferias de sequía y calor. Este mundo al revés, sin cortapisas y simbolismos de declaraciones de altos personeros del gobierno haciendo ver que no puede concebirse a un “chavista” que no sea honesto y de virtud ética y moral; pues choca con lo existente. Uno se pregunta si será un chiste o la “oscuridad de bohemia”; tal vez así debió llamarse la obra de Inclan; o por lo menos esa es la obra que hasta ahora ha sido escrita en esta Patria de Bolívar. Se teme al conocimiento y a quienes podemos ser entes pensantes; quizás por ello no tenemos cabida dentro de lo que hasta ahora ha sido creado es esta revertida obra de Henri Murger, donde el destino, fue una diosa ciega e inmisericorde con las ilusiones literarias de los rebeldes bohemios.

Rafael García González.

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