Muchos de estos casos tardaron años en resolverse y otros aún no se han cerrado.
El informe detalla que estos retrasos en la resolución de denuncias «han impedido la capacidad del BOP de obligar a sus empleados a rendir cuentas».
Los legisladores se fijaron especialmente en cuatro prisiones, dos de ellas en el estado de Nueva York, una en Florida y una en California, donde se han registrado abusos sexuales a mujeres presas por parte de varios empleados federales.
Según el informe, estas mujeres «sufrían abusos de manera repetida durante meses o años» y la agencia ha sido incapaz hasta ahora de detectar o prevenir estos casos de abuso sexual en las prisiones federales del país.