Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo

 

Con Orgullo, honramos una de las páginas más brillantes de nuestra historia; la Batalla de Santa Inés, librada con coraje y estrategia el 10 de diciembre de 1859 en Barinas, en el fragor de la Guerra Federal.

Santa Inés no fue solo una victoria militar; fue la victoria de un ideal, la demostración palpable de que el pueblo humilde, cuando se organiza y se levanta por una causa justa, es invencible. Fue la gesta que resonó al grito de ¡Oligarcas temblad, viva la libertad! y ¡Tierras y hombres libres! .

El triunfo en Santa Inés fue obra del genio militar del General del Pueblo Soberano, Ezequiel Zamora, pero fue, sobre todo, una victoria colectiva. El ejército federalista estaba integrado por campesinos, indígenas y afrodescendientes que se unieron bajo las banderas de la igualdad y la justicia social.

Ezequiel Zamora Con una maniobra táctica magistral, conocida como la «Operación Retardatriz», atrajo a las fuerzas conservadoras del General Pedro Estanislao Ramos a un terreno donde la organización y la planificación federalista, con sus tres líneas defensivas y su reserva, les infligió una derrota decisiva. Su estrategia no solo era militar, sino profundamente política: demostrar la capacidad de liderazgo popular.

Los verdaderos protagonistas fueron los hombres y mujeres del pueblo, agotados por el latifundio, la exclusión y la opresión de una oligarquía que se había apoderado de las tierras tras la Independencia. Estos patriotas no luchaban solo por una facción política, sino por la recuperación de su dignidad y el acceso a la tierra, buscando consolidar el ideal libertario de Simón Bolívar. Su participación masiva convirtió a la Guerra Federal en una guerra popular.

El eco de Santa Inés resuena con fuerza en nuestro momento histórico actual.

La lucha por la igualdad y contra la explotación, que impulsó a Zamora y a sus hombres, sigue siendo una tarea inconclusa. Las consignas de Santa Inés —»Tierras y hombres libres»— nos recuerdan la necesidad de defender la soberanía nacional sobre nuestros recursos, la justa distribución de la riqueza y el derecho de cada ciudadano a una vida digna y plena.

La Batalla de Santa Inés podríamos decir que se erige en estos tres elementos:

1) Símbolo de la Resistencia Popular: Nos enseña que la conciencia y la organización del pueblo son la fuerza más poderosa para enfrentar y derrotar a los poderes hegemónicos, sean estos internos (como la oligarquía de la época) o externos (como cualquier forma de imperialismo o colonialismo moderno).

2) Modelo de Estrategia y Visión: La capacidad de Zamora para planificar la batalla y movilizar a la base social nos obliga a ser igualmente estratégicos, disciplinados y tener una visión clara para los desafíos de hoy. .

3) Compromiso con la Justicia Social: Nos llama a no claudicar en la defensa de los derechos de los más vulnerables, a luchar contra la desigualdad y a garantizar que la tierra y la patria sean verdaderamente de quienes la habitan y la trabajan.

Que el espíritu de Santa Inés, el coraje de Zamora y la dignidad de su pueblo, nos sigan guiando en la construcción de una Venezuela verdaderamente libre, soberana y justa.

¡Viva la Batalla de Santa Inés! ¡Viva la Patria!

Ronald Sánchez
Cap Milicia Bolivariana

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