Por Froilan Sanchez

Cayó Barinas, la cuna de la revolución y del comandante Chavez, el bastión de la dinastía del líder supremo, cedió ante la gallardía del pueblo Barinés que se vistió de conciencia y no de color político, para derrotar de una manera aleccionadora, la arrogancia Chavista.
Pero, ¿Como se logró esta distinguida hazaña, a pesar de los esfuerzos desmedidos del oficialismo por conservar la hegemonía en la simbólica provincia llanera?
Nunca en la historia democrática de Venezuela, un candidato a una gobernación de estado, había contado con tantos recursos económicos, mediáticos y de movilización, además del apoyo del gobierno nacional, a través de todos sus ministerios y de gobernaciones vecinas, como Jorge Arreaza, sin embargo, Sergio Garrido, un casi desconocido hasta el 6 de diciembre y candidato de emergencia, luego de las bochornosas inhabilitaciones a Freddy Superlano una decena de personas más, desmoronó, en solo 30 días de campaña, lo que para muchos sesudos de la política era un imposible.
Barinas nos deja una caudal de enseñanzas dignas de profundas reflexiones para el resto del país, en primer lugar, nos demostró que cuando hay una unidad sólida y sin mezquindades, los objetivos se logran indiferentemente de quien sea el oponente, Sergio Garrido fue el único candidato en toda Venezuela, que contó con el apoyo de la plataforma unitaria, la alianza democrática y el bloque de los no alineados, con la triste excepción del partido Soluciones. Los tres bloques opositores se desprendieron de sus egoísmos y decidieron darle al electorado Barines lo que a gritos se pedía para todo el país, en las pasadas elecciones del 21 de noviembre, UNIDAD.
Otra de las cosas importantisimas que se puso una vez más en evidencia, es que si elevamos los niveles de participación aumentan las posibilidades de triunfo, esos seudo líderes opositores que piensan que la mejor manera de protestar ante el gobierno, es llamando a la abstención, solo nos condenan a seguir viviendo en dictadura, el ex-primer ministro inglés Tony Blair, en una entrevista a la BBC de Londres dijo, cito, «Los Venezolanos son un pueblo de poca lucha y de brazos caídos. Han preferido abandonar su patria, familia y amigos en lugar de luchar por su país y por si mismos. No entiendo: Hacen un esfuerzo sobrehumano al cruzar fronteras a pie pero no son capaces de enfrentar a un tirano que les ha llevado a ser mendigos. EL PUEBLO VENEZOLANO TIENE EL GOBIERNO QUE SE MERECE»* “La lucha por la libertad no es pacífica, es una Lucha!
Los Venezolanos SON COBARDES!!!! y se hacen los valientes e intentan reclamar derechos en países vecinos en lugar de reclamarlos donde deben, donde les corresponde, en Venezuela.
El venezolano es muy cómodo, tan cómodo, que ni siquiera se preocupa por ir a votar en las Elecciones, se abstienen de hacerlo con cualquier excusa… Me temo que Venezuela pueda estar perdida definitivamente y la culpa la tiene el mismo pueblo que se queja pero no hace nada, ni hará nunca nada de nada, aunque crea que sí lo está haciendo porque hay unos pocos valientes».
Esas palabras denotan la visión que algunos miembros de la comunidad internacional y líderes mundiales, tienen de nosotros que con justa razón se han formado. Los Barineses también derrotaron las teorías abstencionistas que bajo la excusa ridícula que el CNE, no es un árbitro confiable y que la solución es no salir a votar, aun cuando esto signifique ceder los espacios de poder al actual régimen, ha sido parte indiscutible de nuestra desgracia. Cuando motivemos a la gente, con candidatos únicos, no hay CNE, ni trampa que se imponga a la voluntad abrumadora de un pueblo que quiere un cambio.
La unidad que se consolidó en Barinas, surtió un efecto revelador, le quitó la máscara a los candidatos pagados por el gobierno, para generar división. La vergonzosa actitud divisionista e inmoral de Claudio Fermin, puso en evidencia que era un tarifado del gobierno, una persona que sólo días antes de su inscripción como candidato a la gobernación de Barinas, votaba en Caracas, con un domicilio fijado, en la ciudad capital por más de 30 años según registros del CNE y del Seniat, optó por postularse al igual que el candidato Chavista, desconociendo a los lideres regionales.
Barinas, es un ejemplo de lo que se debe hacer para vencer al gobierno, de nosotros dependerá lo que suceda en el futuro, pero si de algo podemos estar seguros, es que quien tenga la intención de participar en la política venezolana y no tenga en mente, las palabras unidad, participación y reconocimiento, de seguro sufrirá el mismo destino de aquel mal recordado político venezolano, llamado Claudio Fermin.

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