Iván Colmenares
Definitivamente la nueva familia imperial rojita, los Cedeño, y su partido el PSUV, perdieron la vergüenza. Se creen dueños de un estado en la peor de sus victorias. Sienten que pueden hacer los que les da la gana, así como hicieron en Agua Blanca y Araure, atropellando a las personas, humillando a los suyos, tratando de invadir terrenos, imponiendo tasas impositivas voraces, exhibiendo camionetas de alta generación que no se compran con sueldos de alcalde y legisladora regional, amedrentando dirigentes sociales, amenazando a la oposición con silenciar sus programas de radio. En fin, haciendo los que le viene de su real gana.
Lo del sábado es altamente vergonzoso. No tendrá impedimento legal, pero sí ético, porque no podrá controlar al ejecutivo si comparte cama y hogar. Colocar a la esposa del gobernador como presidenta del poder legislativo debe tener algún viso de locura o capricho, para restregarle en la cara, un poder que no tienen, primero porque ha sido el candidato peor votado y el ganador más abusivo en la historia electoral de Portuguesa. Porque la primera combatiente cree que tiene a Dios agarrado por la chiva, porque así como se enfrenta a Diosdado Cabello para decirle que la Alcaldía de Araure la manejará ella a su antojo, así se le impuso al marido, a los siete restantes diputados, al PSUV y al pueblo portugueseño para que sus deseos de emperatriz fuesen cumplidos.
En palabras de Juan Ramón Guzmán, militante de esa “izquierda” venezolana: “la entronización de una ´nobleza´ mediante el uso del voto popular durante el pasado proceso de elecciones primarias del PSUV, véanla aquí en Portuguesa, tomando posesión de la institucionalidad del estado. Aquí en el llano, el lenguaje criollito le dice pagarse y darse el vuelto. Los jurisconsultos son más refinados y le llaman conflicto de intereses”.
Pero no sólo esa elección es un abuso. La convocatoria a la instalación es una violación del artículo 18 de la Ley Orgánica de los Consejos Legislativos que consagra que “el primer período de sesiones ordinarias de los Consejos Legislativos de los Estados, comenzará, sin convocatoria previa, el cinco de enero de cada año o el día posterior más inmediato posible y durará hasta el 15 de agosto”. Es decir, que Primitivo Cedeño debe juramentarse ante el parlamento regional cuyo período legal no ha vencido. Los nuevos diputados han usurpado una función. Y los diputados de las dos oposiciones, fueron cómplices, en su estreno. Estos tampoco consultaron y se presentaron orondos como si nada, a alcahuetar a la familia imperial. Mal debut para los diputados del pacto del huevo frito, que hundió al G5 en Portuguesa.
En su rueda de prensa, con periodistas rodeados de conmilitones alzados por una victoria pírrica, el nuevo Gobernador afirmó que si los alcaldes de oposición se comen la luz, él también se la comerá. Claro, maña vieja ya es costumbre. Pero creo que aquí se le trancó el serrucho, señor nacido en Bachaquero, criado en Tocuyano, amamantado por AD y COPEI en Agua Blanca y enriquecido por el PSUV. La opinión pública será su muro de contención. Las voces que se alzaron con votos, y los que no, seguiremos denunciando las tropelías y los abusos de un partido en franco deterioro y un liderazgo oxidado sólo aceitado con prebendas y dólares de oscuro origen. A riesgo de que pueda pasar lo que pasó en urbanismos populares de Araure, donde disidencias y protestas fueron calladas en forma que no se ha investigado aún, pero que todo el mundo sabe cómo fue.
No podemos pedir peras al olmo. Un pueblo que votó por la reelección del peor alcalde de Venezuela no puede exigir un carajo, salvo más indolencia, corrupción e incapacidad roja. Una lideresa que perdió más de 60 mil votos, cuyos candidatos del pacto del huevo frito, llegaron de terceros en casi todos los municipios, que pretende seguir “conduciendo” a la oposición sin ninguna reflexión ni muestras de humildad ni recato y unos legisladores regionales, de los que no se puede esperar mucho, nos pintan un panorama tenebroso.
Pero los resortes morales de la sociedad portugueseña, cuya clase media golpeada y humillada se quedó en su casa, sin dar la contribución fundamental para el cambio, van a estar a la altura de los desafíos por venir. Hay un pueblo que participó, hay cuatro líderes que demostraron que con trabajo y constancia, sí se puede, hay un descontento cada vez más creciente ante un gobierno irresponsable y corrupto. Por eso, seguimos teniendo esperanzas y fuerzas para seguir luchando.
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