Por: Froilán Sánchez

En los últimos días hemos notado, como el ahora candidato del PSUV, ha repetido una y otra vez, desesperadamente la misma frase, “Hay que seguir la línea”, cosa que demuestra que no posee liderazgo alguno incluso dentro de sus propias filas y mucho menos en el pueblo Portugueseño, utilizando como recurso de emergencia, el amedrentamiento o la obediencia sumisa de quienes la acatan.

 Esta forma, con la que pretende conseguir el apoyo de los miles de militantes del PSUV que hoy molestos gritan FRAUDE, es solo una de las señales de la incapacidad del candidato del partido de gobierno, en hacer que la gente lo apoye de manera espontánea, lo que lo ha hecho recurrir, a la práctica del chantaje ya que con discursos vacíos, cargados de demagogia no logra convencer a nadie y por el contrario es cada vez más se gana el rechazo de toda la población.

 “Hay que seguir la línea”, es una frase tan repugnante, como el que la pronuncia, la subestimación de la inteligencia y del sano juicio de nuestra población, se resume en esas cinco palabras. Pretender hacer caminar por una línea a todos, aún en contra de su voluntad y valiéndose muchas veces de sus necesidades para obligarlos -como el arreador a su ganado manso-, es una forma despótica y humillante de conseguir adeptos.

Chávez, usando como referencia a Simón Bolívar, nos enseñó que la mejor manera de seducir a los votantes, es procurar la mayor felicidad posible a nuestro pueblo, no por el simple hecho de ganar una elección, sino para preservar en el tiempo el proyecto bolivariano. El rechazo que hoy perciben no es producto de la traición, es el reflejo de un pueblo que con conciencia plena se manifiesta en contra del sufrimiento que le han infringido.

Para ustedes el uso de Chávez en su retórica, es solo un recurso proselitista que genera dividendos, pero jamás lo han internalizado como pensamiento político y forma justa de gobierno, ustedes no son chavistas, porque como dijo Gandhi, “Creer en algo y no vivirlo, es deshonesto”.

Afortunadamente hoy los portugueseños contamos con la candidatura a la gobernación del estado, de Antonia Muñoz, una persona que ya ha vencido el sectarismo partidista en el pasado, como cuando ganó una curul para la asamblea nacional constituyente con el FIOPP enfrentándose a la poderosa maquinaria del MVR de aquel entones, génesis del PSUV. Más allá de eso, Muñoz siempre ha demostrado un infinito apego a sus ideales, lo que le valió el reconocimiento del presidente Chávez, como líder genuina de estas tierras.

 Esta candidatura es una puerta abierta, para todos aquellos portugueseños que deseen un gobierno de inclusión y dignidad, que sin hacer uso de prácticas caducas de hacer política, tiene una gestión reconocida, de 8 años al servicio de todas las comunidades de nuestra geografía. Siempre he creído que en las matemáticas hay más verdad que en las promesas. Saquen cuenta y decidan.

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