Tanto la empatía cognitiva (la decisión de ponerse en el lugar del otro) como la afectiva (la percepción emocional sin esfuerzo) son las bases que nos conducen, a través de la compasión y la solidaridad, a la conducta prosocial, el gran pilar educativo que toda sociedad ha de lograr para la convivencia. Es más, la ciencia ha descubierto que la empatía es la chispa que enciende la compasión y nos induce a ayudar al prójimo cuando está sufriendo.

Estos elementales preceptos parece que se les olvida o simplemente no se ponen en práctica cuando se decide acabar con la vida de una animal.

El caso que nos ocupa hoy, es lo sucedió el pasado 25 de mayo del año en curso, cuando una persona, decidió envenenar a los gatos y ya en su conciencia, se cuentan tres.

Este lamentable episodio se vivió en Lomas de Santa Sofía, ubicada en el municipio Araure del estado Portuguesa.

Según se pudo conocer, se ha puesto en conocimiento al Fiscal Wilmer Galíndez, especialista en materia ambiental y fauna doméstica y también los vecinos se han organizado para elevar la denuncia de este lamentable caso.

 

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