Sin duda alguna, ha habido una verdadera fórmula de ejecutar los principios rectores de una partido político, que está llamado a cumplir su rol dentro de la historia venezolana, a través de todo el proceso interno de selección de candidatos.
De manera inédita, se ha presentado a los integrantes del partido, la posibilidad de seleccionar entre ellos mismos, la postulación de candidatos a las Gobernaciones, Alcaldías, Consejos Legislativos y Consejos Municipales; aunque sobre la marcha, se ha ido dando pautas y correcciones a tal proceso, llegándose actualmente a que solamente queda en juego la selección de candidatos a la Gobernación y Alcaldías.
Este sistema, mas allá de cualquier crítica, ha sido de una originalidad prolija en cuanto al proceso pautado. Empero, lo que verdaderamente ha sido por demás interesante, es esa fórmula hacia la búsqueda de la esencia misma del “chavismo de Chávez”, tal como históricamente ha venido en desgaste. Ha habido una urgente necesidad de la búsqueda no de candidatos, sino más bien; de aquellos que verdaderamente representen la formación idónea dentro de la filosofía del pensamiento chavista.
Los resultados no se han hecho esperar; vemos cómo han sido negadas la participación de algunos postulados que están en el ejercicio de sus funciones y de otros que no han podido cubrir las estadísticas de estos postulados, los cuales han sido reflejados en el número de aceptación de los militantes. Muchas opiniones y muchos comentarios siguen generándose; y ha habido la necesidad de ir imponiendo medidas drásticas o draconianas (como lo expresó el Presidente Maduro), para garantizar esa vuelta a un candidato identificado con la gente y con su entorno. Garantizar candidatos que no se encierren en sus búnkeres o no se bajen de su flota de camionetas lujosas rodeados de guardaespaldas pero alejados de la necesidad de la gente. Esa búsqueda de candidatos que se preocupen por que las bolsas Clap no solo lleguen oportunamente a la gente, sino que las mismas sean aptas para consumo humano. Un candidato que verifique in situ o a través de funcionarios que sientan la falta de servicios públicos sin excesos, sin maniobras para negocios con el gas y la gasolina. En fin, este sistema debe garantizar candidatos éticos y comprometidos con la Patria, más allá de su investidura política. El país implora funcionarios reales y Bolivarianos, no funcionarios con reales y robolucionarios. Hay necesidad de revertir esta casta de ciertos funcionarios de elección popular que han venido haciendo del poder, su mecanismo para enriquecerse personalmente y su familia, y así evitar casos como funcionarios a Cinsejos Legislativos que ni siquiera han asistido a sus compromisos en esas instancias y menos aún han atendido a la gente, y muchos pretenden ser elegidos a cargos de mayor envergadura como Alcaldes. Ante esta realidad nos preguntamos, si no hicieron el trabajo donde ya estuvieron, como es que ahora si lo harán? Quien puede creer eso? De allí que, detrás de todo este proceso, lo qué hay es verdaderamente la necesidad de adecentamiento y control avalado por la militancia de quienes en verdad merecen esta designación. En hora buena que esto ocurra. Esperemos que en nuestro estado se siga cumpliendo el reglamento y que los Dracones nacionales vayan a la realidad del deber ser. Portuguesa requiere un nuevo mando, requiere que la quieran y que la lleven a un puerto seguro con un horizonte real y de apego a su gente y tradición de pueblo con sentimientos de familia y arraigo. Portuguesa requiere de la fortaleza de un Gobernador líder que ya la conozca y que pueda esta vez, desarrollar el potencial de su trabajo, unido a un equipo de gobierno depurado y cónsono con los requerimientos que impone nuestra gente.
Rafael García. Cédula 5.949.456
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